sábado, 9 de abril de 2016

Triunfo Arciniegas / Diario / Perros con vagabundo


Triunfo Arciniegas
PERROS
9 de abril de 2016

Esta madrugada, después de casi un mes, volví a salir con los perros: andaba de viaje. Fui a Bogotá a corregir las pruebas de La sirena de agua dulce, que SM publicará en junio. Ya están ilustrando la tapa.

Debería decir que los perros volvieron a salir conmigo. Me encierro a cal y canto cuando vuelvo a casa. Soy hombre de extremos: o estoy vagabandeando por el mundo o no salgo ni a la puerta. Nunca he podido con los términos medios. Como mi ánimo: soy maníaco depresivo desde niño. Bipolar, dicen ahora. Prefiero la designación antigua, aunque no sé si soy más depresivo que maníaco.

Así que puedo decir que los perros me sacaron esta madrugada. Al menos, esta vez les di las gracias.

Nos encontramos con un hombre dormido a la orilla de la carretera. No era un borracho sino un vagabundo; se había tendido sobre una miserable manta. Los perros lo olieron y siguieron de largo. Más adelante encontré un cartón y pensé que podía traérselo al hombre a mi regreso, pero lo olvidé. Estaba sentado cuando lo volvimos a ver. Los perros le ladraron. Le di los buenos días pero no me respondió. Con razón: sus días no son buenos.



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