miércoles, 13 de noviembre de 2013

Diario / Llegar a Los Angeles

Piernas
Hollywood Bl, LA, 2013
Fotografia de Triunfo Arciniegas


Triunfo Arciniegas
Llegar a Los Angeles
Los Ángeles, California, 12 de noviembre de 2013


Me encanta recorrer las ciudades despacio, como piel de mujer. Me encanta saborear el paisaje. Beberme los colores. Y extasiarme en sus aromas. Me encanta aprenderme la ciudad de esta manera para recorrerla luego con los ojos cerrados. Como si fuese una mujer precisamente.

Llegué al aeropuerto de los Ángeles casi a las cuatro de la tarde. LAX, así se le conoce. Y no quise tomar un taxi al hotel. Es la manera fácil. Y la manera cara, por supuesto: supongo que entre ochenta y cien dólares, porque en esta ciudad tan desparramada las distancias son una barbaridad. Tomé un autobús que me dejó en Union Station. Averiguar cuál autobús debía tomar (es más, averiguar si existía este autobus) me costó una noche de investigación en el ciberespacio. Me habían dicho que el viaje costaba tres dólares pero son siete y se pagan con tarjeta. El conductor no recibe dinero: señala una taquilla al final del viaje. Y en Union Station compré una tarjeta (veintidós dólares) que me permitirá viajar todas las veces que quiera durante una semana.

Ya sabía que debía tomar la línea roja y bajarme en Vine Station. Así lo hice. Ya sabía que en caso de extravío debía preguntar por Capital Records, pero apenas subí a la calle en Hollywood vi el edificio y casi salto de alegría. El mapa estaba en mi cabeza. No necesité preguntarle a nadie para llegar a la puerta del hotel. En el camino vi algunas de las estrellas del paseo de la fama. 

Me registré y dejé tirado todo en la habitación para salir a recorrer Hollywood Boulevard. Localicé este hotel por internet. Lo busqué en el mapa y supe que era el lugar preciso donde quería pasar unos cuantos días y unas cuantas noches. Aquí durmieron alguna vez James Dean (room 102) y Marilyn Monroe (room 302).

Estaba atardeciendo cuando salí a caminar. Un sol delicioso ya se iba a la cama. El clima de los Ángeles es un absoluto privilegio. Imaginé que por esta época hacía frío y no es así. Es como Medellín, Cuernavaca o Caracas. Trajé una gruesa chaqueta (o chamarra, como dicen en México) que ahora me estorba. Se hizo de noche mientras recorría Hollywood Boulevard, el pedacito de piel de una mujer que todos confundimos con la mujer de los sueños.


Lea, además
Biografía de Triunfo Arciniegas





No hay comentarios: