miércoles, 30 de octubre de 2013

Diario / Meditación sobre el tiempo



Triunfo Arciniegas
Meditación sobre el tiempo_ a toda prisa
Taxqueña, Ciudad de México, 30 de octubre de 2013



Todo se acelera cuando uno viaja. El tiempo corre con uno, corre más que uno. Los tiempos felices vuelan, el dolor va despacio. Todo es provisional, fugaz e irrepetible mientras uno viaja. Las decisiones se toman al vuelo y uno toca madera para que sean las acertadas.

El alma se retrasa: va despacio. Por eso siempre llega después del cuerpo.

Se cayó el internet desde ayer en Jardines de Acapantzingo y ahora estoy en la estación Taxqueña, cerca de la Central Camionera del Sur, subiendo las entradas de los blogs y contestando correos como un loco. No hay tiempo. Tengo un compromiso en unos minutos.

Escribo estas notas que debo revisar mañana o pasado, rogando que no se haya colado una burrada. El teclado es raro, no encuentro los signos de interrogación, menos mal que no he tenido que plantearme ninguna pregunta en estos últimos diez minutos.

Hace calor.

Ya debo salir corriendo.



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